Noche solo yo,
solo y solo haciendo de mi el dadá.
DADA si paseo hacia la barra y mentalmente pienso barbaridades.
Sigo solo y dadá.
Alguien me pregunta y respondo en dadá.
Me ha entendido más de lo que ella piensa
y dejo de ser DADA
el rato que desee,
que obviamente es poco.
Me permito acariciar sus senos en un pasillo anchísimo
y con un techo excepcionalmente altísimo que ni se ve.
No hay más razón
que el rock’n’roll
y alguna chica como tu
que me de ganas de ser más
listo, trabajador:
serio conmigo mismo,
pero:
Cultivarse a uno mismo en Dada es muy divertido,
más de lo que se podría pensar
a priori.
DADA va más allá de lo que quieres
y de lo que quiere;
pasar una noche dadá no es fácil,
se necesita planificación.
Un consenso más Dadá que cualquier otro:
interrogatiorio dadá,
¿sexo DADA?
Bien planificado;
sería un reto demasiado costoso
el cuidar de un hijo dadá.
Siempre DADA,
a cualquier pregunta estúpida, pero
sobretodo
a las más inteligentes.
Ojos de mirada dada, aunque no me sale tan bien
como me gustaría.